Y tras guardar, no aparece lo que se supone que debiera aparecer. Volvéis a editarlo y descubrís que mágicamente, el código ha cambiado.
No, no es magia es SharePoint. El truco del día, no es gran cosa. Consiste en darle una vuelta de tuerca.
Poned ese código en un editor (Bloc de notas, Notepad++, etc...) y lo guardais como archivo. La extensión del archivo puede ser txt, html, css, js,... Eso dependerá de si estáis escribiendo un texto, estilos, javascript,...
Subimos ese archivo a una biblioteca de SharePoint (recomendable que no sea una biblioteca de trabajo de los usuarios. De hecho, yo modificaría los permisos de la biblioteca, dejando a todo el mundo permiso de lectura, salvo a los desarrolladores).
Y en el editor de texto utilizaremos el campo de Vínculo de contenido donde pondremos la URL de nuestro documento en el portal:
Y ya no volveremos a tener este problema.
